En la sonrisa y también el llanto de otro, en el café, el milo, el vaso de agua, el saludo de abrazo o solo la mano o quizás el codo.
En quien maneja el bus, el taxi, quien te lleva la comida, quien usa o no el tapabocas.
También en los que trabajan tras una ventanilla; atiendan como atiendan, en el mesero, en quien cocina, lava, corta, plancha, barre.
En quien lee y quien no, en quien asume sus tareas y quien no, en quien enseña y quien ignora, en quien señala, juzga y castiga, así aman, así se aman.
El Amor está en quién está escribiendo esto y quien lo lee, también en quien lo ignora, lo crítica, lo corrige...
El Amor esta en quien renuncia a todo juzgamiento y lo dejo fluir... (Y también en quién es adicto al sufrimiento y al papel de víctima y lo permite)
Saludos
Edwin Bernal
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